Me es difícil pensar en algo más absurdamente ridículo e innecesario que hacerle a un bebé que ponerle pendientes. Es decir, a nadie se le ocurriría ponerle un piercing a un bebé, pero agujerearle las orejas a tu hija recién nacida para que todo el mundo sepa que es una señorita es de lo más lógico.
En otros países tampoco son muy fans de atravesar partes del cuerpo con agujas (lo de circuncidar ya otro día) de los neo natos pero sigue existiendo una necesidad entre el colectivo de padres de que nadie confunda el sexo de tu bebé. Imagina que a tu hija de cuatro meses le dicen «¡pero que niño tan guapo!». ¡Qué escándalo! ¡Eso te pasa por haberla sacado a la calle con pantalones azules! Para esos padres excesivamente paranoicos pero que aún así no quieren profanar los lóbulos de sus hijas, ha surgido Girlie Glue.
Esto es una historia real. Katie Hydrick, CEO y creadora de este revolucionario invento, vivía un infierno, pues quería que sus bebés llevaran accesorios monísimos para el pelo pero todos eran un rollazo y sus bebés, ojo, aún no tenían pelo suficiente para clips. Quelle dommage! Buscó y buscó, pero no encontró nada que pusiera remedio a este problema, así que inventó un pegamento para pegar lacitos y otros accesorios la mar de monos en las calvas cabezas de sus hijas.
La web ya nos señala el fin de esa era oscura en que el pelo era un obstáculo para «accessorizing» tu bebé:
Girlie Glue is an all natural accessory glue, created to stick bows onto babies’ heads. No clips, bands or even hair necessary. Accessorizing babies and toddlers with bows has never been easier or more comfortable.
What a time to be alive.
Feminista en serie 